Cristina Gonzalez

¿TE SIENTES ATASCADO POR QUERER GESTIONAR LA BASURA EMOCIONAL DE TU HIJO?

AQUÍ VAN ALGUNOS CONSEJOS

Los psicólogos hemos observado durante mucho tiempo que los adolescentes a veces manejan los sentimientos incómodos transmitiéndolos a sus padres. Su forma de aliviar su carga emocional no deseable es pasándola a sus padres. Es un manejo muchas veces automatizado des de la niñez y del que el adolescente generalment no es consciente.

Recuerdo que un día, un padre me explicaba que después de una mudanza de su pueblo a otra ciudad su hijo de 14 años cada día cuando llegaba del instituto le abordava diciendo entre gritos y golpes de puerta lo solo que se sentía por tener que ir a ese nuevo instituto en el que no conocía a nadie. Ese padre vivía con mucha angustia esta situación y apenas dormía. Explica pero, que para cuando intentaba darle consejos que le ayudaran a empezar a hacer amigos su hijo ya se había encerrado en su habitación de un portazo y decía que quería estar solo pero se ponía a jugar con sus amigos del pueblo a través de la Play.

¿Sientes resentimiento de tus hijos?

Transmitir resentimientos a los padres es algo bastante habitual en esta generación. En este caso y en muchos el joven no era consciente de pasar su basura emocional a su padre así como el padre tampoco era consciente de tomarla para tenir que ocuparse de ella. Incluso había llegado a aceptar su conducta porqué asumía su corresponsabilidad por la situación que sufría su hijo.

Y es aquí donde tenemos que observar la diferencia entre el joven que descarga sus emociones menos funcionales cargadas de negatividad y sin filtro, y el que las descarga buscando la empatía de sus padres por sus problemas, comunicándolos con una emoción sana y con una actitud adequada. Para muchos de los problemas que enfrentan hoy los adolescentes, deshacerse del sentimiento de dureza es un remedio en sí mismo. Molestar a su madre o padre les libera de esa tensión y acaba siendo una solución a su basura emocional en sí misma. Pero ser el cubo de basura emocional de tus hijos puede acabar afectándote a tí. La mala gestión de las emociones os acaba afectando a todos.

Observar y detectar en nuestros hijos este mecanismo de gestión maltrecha y cortoplacista de las emociones negativas os permitirá tomar perspectiva y realmente poder intentar ayudarles a mejorar sus destrezas en el manejo de éstas de una manera mucho más efectiva y saludable a medio y largo plazo. Ver la manera de hacerlo es el gran reto.

Aquí van algunos consejos:

· Reorienta su emoción negativa ayudándole a ver la parte positiva de esa situación que le angústia. Hazlo cuando se haya calmado y hazlo observar su comportamiento inadequado sin juzgarlo.

· Ayúdale a comunicar sus emociones negativas de una manera positiva, buscando vuestra empatía y a través de una actitud constructiva y creativa.

· Cuidado con las expectatives a corto plazo. Nuestros jóvenes están acostumbrados al ‘ya’ y todo lo que cuesta tiempo les genera frustración. Ayúdales a definir sus objetivos y a aprender a gestionar y analizar sus acciones sin perder el foco.

· Explícale que las emociones que nos incomodan forman parte de nuestro proceso de adaptación. Todos pasamos por ahí y aprender a llevarlas hacia un terreno positivo les ayudará mucho en su crecimiento hacia la vida adulta.

Sin duda alguna, una buena gestión emocional nos ayuda a todos a disfrutar de una buena salud mental y física.

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